martes, 1 de julio de 2008

Los paradigmas de la producción y su impacto en el mercado laboral


Según Peñaloza, Marlene: Desde hace algún tiempo, los ejecutivos de las grandes corporaciones se mueven con sus laptops y atienden sus negocios desde los lugares más disímiles como aeropuertos, hoteles o inclusive desde su propio hogar. En consecuencia, la organización del trabajo bajo la modalidad flexible se caracteriza por su diversidad, precariedad en la estabilidad laboral, subcontratación, trabajo en equipo, contratación a distancia, variedad de patronos, individualización creciente del proceso de trabajo, trabajo en red, trabajadores temporales, a tiempo parcial o por tarea
(Castell, 1996).
Del mismo modo, estos cambios han exigido modificaciones en el perfil de las personas pues se contrata aquellas que deben contar con competencias bien definidas, como altas calificaciones, disponibilidad para movilizarse geográficamente, sentido de empresarialidad y/o sentido de pertenencia y aceptación de condiciones laborales muy flexibles en cuanto a horarios, lugares, salarios y contratos por proyectos.
En el nuevo tipo de trabajo las cualificaciones exigidas desaparecen muy pronto, de manera que lo que se aprende en los estudios formales queda obsoleto en poco tiempo, en consecuencia, es necesario un aprendizaje permanente y una redefinición de capacidades a medida que cambia la tecnología. En peor situación quedan aquellos trabajadores sin cualificación pues pueden ser reemplazados por máquinas o trabajadores transferidos de otras partes (Urquijo, 2001).
Alvin y Heidi Tofler en su libro La creación de una nueva civilización
(1996:25) apuntan que «con el trabajo flexible se desdibujan las distinciones entre trabajo directo e indirecto y se tornan obsoletos los conceptos de trabajo y de desempleo.» A su vez, las categorías en que tradicionalmente se ha organizado el trabajo y que requerían de importante fuerza física como las del campo, las de distribución y las del comercio al detalle, hoy tienen en común el manejo de información, la automatización y el uso de la computadora como herramienta de trabajo (Urquijo, 2001).
Con esta forma de trabajo flexible se abren brechas cada vez más profundas en el derecho al trabajo y en las disposiciones de las convenciones colectivas y, en general, se está modificando el sistema de relaciones laborales. El contrato de trabajo entre empleador y empleado acusa profundos cambios, sus consecuencias son objeto de discusiones acaloradas en foros, conferencias y material escrito.

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